miércoles, 22 de agosto de 2012

Sacar al ladrón

Carta del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos Puebla Tlaxcala para invitar al diálogo en la Convención Estatal contra la Imposición y mas allá.


Reciban un saludo fraterno a todos los hermanos y hermanas de Puebla. Realizamos este documento con el afán de promover un dialogo entre todos, lo hacemos con la honesta intención de que, entre todos, podamos sacar todas las preguntas que se encuentran escondidas en nosotros, o que sólo entre nosotros nos las preguntamos.  Nosotros no tenemos las preguntas, ni mucho menos las respuestas, pero queremos un diálogo, y esto es lo que nos preguntamos.
Sabemos que existen cientos, tal vez miles de descontentos en todo el Estado de Puebla, centenas de injusticias a pequeña y gran escala. Sabemos las “más conocidas”, como el caso de la concesión de 24 mineras a cielo abierto con sus hidroeléctricas en la Sierra Norte de Puebla, o en nuestro caso, el gasoducto y la termoeléctrica rodeando al volcán Popocatépetl, o los despidos a maestros, o la muerte por discriminación sexual, o la contaminación que causan las industrias como Granjas Carroll, Dragón, Cementos Cruz Azul o Pepsi-Cola y un lamentable etcétera.
Y también sabemos de individuos, colectivos y organizaciones que han luchado desde hace años por un mundo diferente. Otros han comenzado a luchar desde hace meses. Pero el tiempo no importa, lo que importa es lo fuerte y vivo que se mantiene el corazón de los que luchan.
Hoy, después del segundo fraude electoral consecutivo, comenzamos a conocer a los jóvenes que se autodenominan #YoSoy132, una diversidad de personas, principalmente universitarios, cansados de la situación en el país, sabedores que este sistema ya no está funcionando, y que buscan mas allá que el voto de un candidato. Gritaron queremos otra opción, y a cambio lo que recibieron fue una imposición.
Esto es grave, pero sabemos que no solo le sucedió al 132, sino a la mayoría de México. Vivimos un nuevo fraude electoral y las instituciones que ahora “sí iban a funcionar”, solo se vuelven más cínicas, así como cuando alguien te impone algo, los dos saben que es incorrecta la acción, pero es que se hace por la fuerza. Desde hace muchos años, el gobierno o el sistema se está imponiendo a la fuerza, o sea que a la mala. ¿Y qué hacemos cuando alguien quiere entrar a nuestra casa o tierra a la mala? Pues no lo dejamos y ESTAMOS EN TODO NUESTRO DERECHO.
El problema es que “el derecho” y “las instituciones” están de su lado, pero nuestro derecho sigue siendo DERECHO, aunque el gobierno diga que actuamos ilegalmente.
Todos queremos un cambio con un movimiento pacífico, pero ¿CÓMO? Es lo que a veces no nos atrevemos a preguntarnos ¿Cómo sacamos al ladrón de la casa de manera pacífica?
Lo único que se nos ocurre es: pensar en TOD@S. No en nadie o una fórmula en específico, sólo se nos ocurre la palabra TOD@S. Que nada nos atrape, ni nos contenga, que no nos discriminemos y ataquemos entre nosotros, que no nos pongamos etiquetas que nos dividan, si tenemos nuestra propia etiqueta o color que bueno, pero no por ser diferentes hay que atacarnos o pensar que sólo mi etiqueta es la que debe existir, eso sería reproducir lo que no queremos.
 ¿Porqué pelearme con el que quiere trabajar, con el que quiere cambiar las cosas también? El gobierno siempre siembra desconfianza y división, nuestro país tiene una gran historia y trayectoria de infiltrados y traidores, pero tampoco caigamos en el juego de la división. En las filas del Movimiento #YoSoy132, y en la gran, gran mayoría de los movimientos: hay infiltrados. Esa es una de las razones por la cual este país no cambia, porque cada intento de levantamiento pacífico, nos sabotean, nos traicionan. Para cambiar este país debemos tomar esto en cuenta, tampoco ser paranoicos, ni estar divididos, más bien, cuidarnos de no ser manipulados. Todos tenemos un cerebro, ojos, oído y tacto, podemos ver por cuenta propia quién quiere un cambio y quién otra cosa. Abramos bien los ojos y trabajemos con nuestro barrio, con nuestro pueblo, citamos al video griego “Vamos a Iluminar la oscuridad”:

Una enseñanza en la cual el pensamiento se asfixia, no puede enseñar nada más que la subordinación… queremos una vida que se base en la creatividad, no en la compulsión, la culpabilidad y la dependencia… queremos hablar igualitariamente, directamente, en plazas, calles, ámbitos laborales, aulas y patios. Aprovechando el tiempo para sacar una conclusión y no para el traspaso de opiniones y decisiones […]
No se queden solos, llámennos, llamen a tanta gente que sea posible, no sabemos cómo podrán hacerlo, pero encontrarán la manera… dejen que sus escuelas sean el primer hogar para nuestras nuevas relaciones, su arma más potente es nuestra división… No escuchen a ninguna organización política, hagan lo que necesiten, confíen en la gente, no en esquemas e ideas abstractas. Confíen en sus relaciones directas con la gente, confíen en sus amigos, hagan que su lucha disponga de cuanta gente más sea posible, su gente. No les escuchen cuando digan que su lucha no tiene contenido político, y que debería obtenerlo, su lucha es el contenido. Tan solo tienen su lucha y está en sus manos asegurar su avance, tan solo ella puede cambiar su vida y a ustedes […]
No teman actuar cuando se enfrenten a cosas nuevas, cada uno de nosotros, ahora que nos hacemos mayores, tiene algo sembrado en su cerebro, ustedes también, aunque sean jóvenes.  No olviden la importancia de este hecho.
Si alguien considera  que el cambio es por otra vía, o que contribuye por medio del arte o el grafiti, hay que escucharnos y aprendernos, no atacarnos y vetarnos. Para muchos un grafiti deja un testimonio del pueblo al  pueblo. En las ciudades, las calles están blancas y llenas de sus marcas: Soriana, Coca-Cola, Vota por el PRI, etc. como si no pasara nada, como si todos estuviéramos de acuerdo con lo que está pasando. Las calles limpias de grafiti revolucionario, también son una pantalla como la televisión. Si decidimos desobedecer pacíficamente a las instituciones, hay que desobedecer el veto a la libre expresión, si sus marcas e imágenes de políticos están en las calles, también deben estar nuestras protestas. Una marcha dura 2 o 3 horas, un mural, un grafiti revolucionario,  un anuncio en las calles dura muchos días. La mayoría de la población lo que vemos en común son las calles y la televisión. Porque nos vetamos este derecho de expresión, debemos pedir permiso al pueblo y desobedecer al gobierno.
Esperamos que esta “primera” convención, sea el inicio de un diálogo, una pequeña convención de convenciones. Pues somos miles los descontentos en el Estado, y el país. Sólo nos reuniremos unos pocos cientos. Pero esos pocos cientos o decenas de personas que nos reuniremos, queremos otro México, con diferente política y rumbo, y una verdadera democracia, y podemos ser los mensajeros para reunir al resto de la sociedad que quiere lo mismo. Desde la democracia nacional con la elección presidencial, hasta la democracia en los sindicatos, escuelas o comunidades. Y eso no estar fuera de la ley, es estar fuera de sus garras, de las garras de los SAQUEADORES PROFESIONALES, que HOY SON GOBIERNO.
Tal vez las palabras se oigan duras, pero más dura es nuestra realidad, cuando vemos que al dejar que se consumara la imposición de Calderón, 70 mil personas perdieron la vida por una guerra provocada y ajena a las víctimas, la economía decayó gravemente, la decadencia cultural aumentó y los megaproyectos despojadores se multiplicaron ¿Hoy cuanto nos va a costar dejar pasar la imposición de Peña Nieto? ¿Dejar pasar al ladrón?
Tendremos que pensarlo y valorarlo de manera personal  y grupal, pues lo que queremos es muy grande y necesario, pero es posible, los jóvenes de #Yosoy132 lo demuestran, pues algo, una energía, que  se pensaba estaba dormida, despertó de repente o salió del anonimato a juntarse.  Nuestras posibilidades de éxito en esta lucha son muchas, si primero le ganamos a la soberbia, la descalificación, el protagonismo y la competencia.
En esta Primera Convención, ojala podamos hacer un pacto, aunque sea de seis meses, de acabar o callar estos cuatro vicios de quienes queremos un cambio. Si vencemos a ese enemigo común, hoy mismo, en la lona, entonces podremos parar cualquier imposición y construiremos un mundo diferente, será difícil muy difícil, pero será también muy diferente.
Nosotros vemos esta primera convención, como un momento de comenzar a reagruparnos los que estamos divididos por nada, de conocer y conocernos los que no nos conocemos, de saber si tenemos las mismas preguntas e inquietudes, caminar juntos, pero no revueltos. Ningún movimiento debería perder su independencia y forma: #Yosoy132 con la inclusión de todo el que se quiera autonombrarse así y que respete la causa común; la MORENA que está desde abajo, luchando por un cambio; la Otra Campaña desde la autonomía y todos, todos los que se quieran sentir incluidos. Cada quien con sus formas y respetándolas, el que quiera levantar plumas o cerrar carreteras que lo haga, pero que no tenga que hacerse un consenso “a huevo” y los que no querían levantar plumas, terminen haciéndolo porque es parte del movimiento o viceversa, estamos cuidando mucho las apariencias y siendo esclavos de los medios, deslindándonos de acciones o apariencias para que no tengamos un linchamiento mediático.
Todos debemos estar conscientes de las acciones directas que hagamos y sus consecuencias, y ser respetuosos y solidarios con las de los demás. El linchamiento de ideas  no cabe en un movimiento social.
En el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua, cuando nació en Puebla y Tlaxcala, se conformó con miles de campesinos honestos, un puñado de políticos oportunistas y otros más que queremos un cambio real. Muchas veces nos intentaron separar a los pueblos por medio de los que “dirigían” el movimiento, pero no lo lograron, cuando una comunidad se iba hacia una tendencia, no la linchábamos, simplemente le decíamos que seguíamos en el mismo pacto “DEFENDER LA TIERRA” y que ahí nos volveríamos a juntar todos los pueblos para hacer fuerza. Eso evitó que nos dividieran, vendidos si hubo, pero tanto las autopistas Libramiento Norte y Poniente no se han hecho, como las torres de alta tensión o el paso del gasoducto y la termoeléctrica, y eso es, porque estamos unidos los pueblos, independiente de los líderes que haya habido o hubiera. Si entre “líderes” había problemas, los pueblos los hacían a un lado y seguían con la consigna DEFENDER LA TIERRA.
Hay unas voces con las que concordamos en que la nueva efervescencia social  no debe adaptarse a lo cuadrado que pueda tener la ya definida “izquierda mexicana” moderada, radical o cualquiera que fuera. Por eso, no nos urge ningún nombre de una gran organización o frente que diga que nos aglutina a todos, pero en los hechos, solo se vuelve el espacio de las mismas organizaciones sociales de siempre, con los mismos vicios.
En vez de mirarnos sólo a nosotros mismos, deberíamos mirar a todos los que nos faltan de platicar. Millones de personas están descontentas en el país, pero estamos aislados, inseguros, raros. Ojalá que nuestra primera gran misión como convención, sea salir a platicar con la gente que no está con nosotros, pero que sí está con nosotros.
Que nuestra consigna sea encontrarnos con más pueblos y personas, que esto siga avanzando hacia afuera y no nos encerremos en nuestros círculos de organización.
No nos importa hacer grandes eventos, esos ya luego nada mas sirven para gritar fuerte nuestro descontento y como un espacio apetitoso a los protagonistas. Pero si cambiamos la actitud y tratamos de escucharnos todos, el que no quiera escuchar, va tener que ir hacer su monólogo a otra parte, los que queramos hablar y ponernos de acuerdo, eso es lo que vamos hacer.
Lamentablemente hemos visto como movimientos de la población por surgir o ya surgidos son captados por “organizaciones sociales”, no para hacer el movimiento más amplio, sino para comérselo entre ellos. Esos a veces son infiltraciones y a veces son vicios, hay que juntarnos todos: la experiencia social de las organizaciones humildes y honestas y la nueva sangre social.
La situación es urgente, porque es la vida la que está en riesgo, y tenemos varios retos inmediatos que vencer, encontrar el equilibrio de la experiencia de los colectivos y organizaciones sociales, de su trabajo y propuesta, con las nuevas ideas, la diversidad y nuevas participaciones. El reto es cambiar la soberbia y la competencia por la voluntad de aprender y caminar juntos.
Esperamos de corazón lo podamos lograr, y lo pedimos más de 10.

Miércoles 22 de agosto de 2012
T’neki tlalle huan atl para tenochti, amo timikiske por tumi
 Queremos tierra y agua para todos, no morir por dinero

Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y Agua Morelos, Puebla Tlaxcala

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